Lleno de misterios y curiosidades se encuentra la iguana marina, un reptil de la familia Iguanidae, que tiene orígenes en las islas Galápagos, un archipiélago del océano Pacífico, que está situado a 972 kilómetros de la costa de Ecuador.
Un reptil escamoso, perteneciente a la familia Iguanidae, es la iguana marina. Proveniente de las islas Galápagos, un archipiélago del océano Pacífico, que está situado a 972 kilómetros de la costa de Ecuador, esta especie, única en su género, es una de las más misteriosas y llenas de curiosidades que puede existir.
Y no es para menos, con el simple hecho de ser la única que necesita más del mar que de la tierra para poder vivir, entre las 40 especies aproximadamente que existen, ya le dan el valor agregado.
A parte, que se pudiera decir que es una de las pocas en el planeta que cuenta con habilidades excepcionales para movilizarse en el mundo marino. Suele medir entre 0.6 a 1.3 metros y pesar entre 0.5 a 1.5 kilogramos. Sin embargo, la capacidad de los machos pudiera llegar a acercarle al 1.8 kg. Además, son los únicos que pueden bucear hasta 30 minutos.
Estudios demuestran que la duración empleada por este género, se deba a su masa corporal ya que la concentración de oxigeno es superior por la subida de la tasa metabólica.
Con tal de alimentarse, son capaces de sugerirse en grandes profundidades. A pesar de su característica marina, sólo el 5% de su tiempo es empleado en estar en el agua, por lo que se estima que lo haga, más que todo, en búsqueda de las algas para su comida.
Logran movilizarse con agilidad sólo dentro del mar, porque en la tierra no llegan a tener la misma velocidad ya que gastan mucha energía, debido a la membrana que posee entre los dedos de sus pies, aletas dorsales y una larga cola. También las garrar que tienen las ayuda para mantener el equilibrio de la marea.
En cuanto a su color negro de piel, se pudiera decir que es una de las características particulares que la ayudan a absorber el calor tras salir del agua. De igual forma cuenta con pequeñas espinas entre la cabeza y la espalda para poder evadir o alejar a los depredadores. Aunque les da un toque de fuerza y rudeza, a la final resultan ser animales muy tímidos.
Las iguanas marinas, aparte de ubicarse cerca de las costas en las islas Galápados, también se pueden encontrar en ciénagas y playas. Dentro de su hábitat están los acantilados, zonas rocosas y planicies.
Crecimiento
En cuanto a su crecimiento y reproducción, se pudiera decir que las hembras maduran sexualmente más rápido que los machos: de 3 a 5 años. Mientras que ellos de 6 a 8 años.
Durante la unión o apareamiento, las hembras emiten fuertes olores. Ponen huevos en la playa, los vigilan durante unos días hasta darse cuenta de que están en un lugar seguro, protegidos con calor, bien anidado; luego dejan que se encuben por un poco más de tres meses: 95 días. Al nacer, las criaturas tendrán que defenderse por sí mismos.
Algo muy curioso que las personas deberían saber, es que las iguanas estornudan para sacar de su cuerpo el exceso de sal que reciben al entrar en el mar. También, corren peligro por los gavilanes, perros y gatos de la zona.
De igual forma, así como los seres humanos, suelen sufrir de enfermedades. La más común de todas es la descalcificación por no consumir una alimentación que contenga calcio, vitamina D3, entre otras vitaminas y minerales. Notablemente se puede observar el padecimiento, cuando muestra la mandíbula y sus miembros con hinchazón. No puede comer con facilidad.
De igual forma, pueden sufrir parálisis de las patas traseras y la cola por no tener la vitamina B1 suficiente en su cuerpo.
En su afán por escapar velozmente pueden lesionarse la nariz y la boca contra jaulas, en el caso de estar en cautiverio, las uñas y dedos también pueden sufrir las consecuencias durante el encierro. Quedan atascadas.
También las iguanas suelen ser atacadas por parásitos, que como a los seres humanos, son asociados a una mala alimentación. Le pueden ocasionar pérdida de apetitito y peso.