El elefante es el ejemplar animal más grande que habita en la tierra. Un mamífero perteneciente al grupo de los paquidermos, es decir, mamíferos herbívoros, de gran tamaño y peso, con una piel muy gruesa y rústica. En este grupo también se incluyen al hipopótamo, rinoceronte y jabalí.
Este maravilloso animal tiene una trompa que usan para muchas cosas, con ella pueden tomar sus alimentos hasta troncos de árbol pesados.
Además, tienen descendencia de los mastodontes y mamuts. Con el paso de los años, el elefante ha sido capaz de adaptarse a las distintas condiciones ambientales, por lo que se le considera fuerte y muy poderoso.
Origen y evolución del elefante
De los elefantes sólo quedan dos tipos: los asiáticos y africanos, ambos provenientes del orden de los Proboscidea y denominados científicamente Elephantidae. En el pasado reunieron más de 300 especies, pero hoy en día sólo existen las ya mencionadas. Sus orígenes exactos se calculan después de la Era del Cataclismo.
Como ya se explicó, el elefante tiene su descendencia en el mamut, el más cercano al elefante actual. Éstos, a través de la evolución, pasaron de un abundante y largo pelaje a una piel gruesa y dura, con grandes orejas para proporcionarse aire a sí mismos, dada las altas temperaturas. Esta evolución los preparó para ocupar zonas áridas.
Del mismo modo, el resto de su cuerpo pasó por varios cambios; por ejemplo, en el pasado sus trompas eran más frágiles y con menos uso, lo que fue cambiando en la evolución de aquellos tiempos para poder adaptarse y sobrevivir, hasta llegar a lo que son en la actualidad. Hoy en día, un elefante no pudiera sobrevivir sin su trompa, ya que es su principal herramienta para poder alimentarse, beber agua, e incluso bañarse.
Entonces, durante ese tiempo, hace más de 50 millones de años, estos animales tuvieron que adquirir nuevas maneras de adaptarse. Sin embargo, esa evolución no fue del todo completa y no logró superar ciertos factores naturales, y por esas razones, hoy en día, muchas especies se encuentran extintas.
Como dato curioso, siempre se ha pensado en estos animales con un gran tamaño, pero hay pruebas primitivas que demuestran la existencia de ejemplares del tamaño de un cerdo, en la etapa prehistórica. Además, se ha comprobado que los elefantes también están relacionados con los manatíes.
Características de los elefantes
- Sus principales características son: su gran tamaño y su trompa, la cual articula al labio superior con su nariz, ésta posee más de 350 mil músculos, no posee huesos.
- La piel del elefante es rugosa y muy gruesa, tiene poco pelo
- Este sorprendente mamífero puede llegar a pesar más de cinco toneladas y medir más tres metros de altura.
- Tienen enormes orejas, aunque sus ojos y cabeza son de menor tamaño.
- También destacan sus dos grandes colmillos que, en realidad, son dientes incisivos.
- Aun cuando son animales pesados, alcanzan velocidades de 40 km/h.
- Suelen comunicarse por medio de sonidos de baja frecuencia que se trasmiten por aire y por tierra, capaces de percibir éste último a través de sus patas.
- Estos animales suelen organizarse por grupos y cada uno de ellos cuenta con una matriarca, la hembra de mayor edad.
- Debido a su excelente memoria, podrán reconocerse durante toda la vida.
- Son animales muy sociales, sobre todo las hembras. Muy solidarios, y todos se protegen entre sí.
- Los elefantes manifiestan emociones entre ellos. Son solidarios cuando alguno enferma y le ayudan. Y cuando fallecen, acarician con su trompa, y permanecen cerca del cadáver hasta su descomposición.
- Estos animales aman el lodo y la arena, es normal verles darse baños con estos elementos naturales para apaciguar las altas temperaturas.
Hábitat del elefante
Los elefantes tienen la capacidad de adaptarse a cualquier tipo de hábitat. Generalmente se les observa en extensiones africanas, aunque también se les puede ver en sabanas, praderas, pantanos y cualquier otro sitio donde haya agua, ésta es necesaria para ellos, ya que no sólo pueden beberla, sino que les sirve para bañarse y mantener así su piel fresca.
Una mayor parte de estos animales se encuentra en zonas protegidas, aunque después de cierto tiempo suelen emigrar por varios meses, sobre todo cuando notan que su medio ambiente es destruido por el hombre. Además, son animales que les gusta estar en constante movimiento, les es vital desplazarse al aire libre, estar en cautiverio no es su fuerte. En relación al elefante asiático, suelen habitar áreas de China e India, en bosques tropicales.
Alimentación de los elefantes
Estos grandes animales son herbívoros. Suelen alimentarse de cortezas suaves, también comen hojas de árboles y arbustos, frutas, hierbas frescas. Los elefantes necesitan ingerir alrededor de 200 y 250 kilos de comida para poder mantenerse, esto equivale a más de 14 horas al día alimentándose. Para completar su dieta, el elefante también necesita ingerir agua en mayor cantidad, cuando lo hace, ingiere más de 10 litros de una sola vez.
Reproducción
La reproducción de estos animales comienza por el cortejo, cuando este ocurre, los elefantes rozan sus cuerpos y unes sus trompas. Es frecuente que la hembra muestre resistencia, pero no por mucho tiempo, ésta hará que el macho la persiga para así concluir el proceso de apareamiento.
Un indicio de que el macho está listo para la reproducción es cuando comienza a agitar sus orejas fuertemente, lo hace con la intención de esparcir su aroma para atraer a las hembras. Éstas suelen alcanzar la madurez sexual a los 14 años de edad, mientras que los machos un poco más longevos son los que tiene más oportunidades para aparearse, ya que los más jóvenes no son capaces de enfrentárseles.
Posteriormente, el proceso de gestación dura entre 18 a 22 meses, lo que dará como resultado crías de más de 100 kilogramos. Cuando los bebés elefantes nacen, son ciegos, pero recuperarán la vista progresivamente, mientras tanto son ayudados por su madre. Las crías pasarán amamantándose por unos cuatro años y necesitarán tomar alrededor de 10 litros de leche diariamente.
Amenazas de extinción
Sin duda la amenaza más grande del elefante, es el hombre. La destrucción de su hábitat y la caza furtiva por la obtención de sus colmillos, para la venta de marfil y demás fines, lo colocan en una posición muy vulnerable. Aun cuando los activistas y organizaciones protectoras de los elefantes han hecho de todo para salvaguardarlos, todavía queda por hacer, sobre todo crear conciencia en la humanidad para que se respete por sobre todas las cosas la vida animal, es por ello que fue instituido cada 12 de agosto como Día del Elefante.
Yéndonos un poco a la historia, a fines de los años ochenta, es cuando comienzan a promoverse leyes para la protección del elefante que, para ese entonces, la caza era mucho mayor y empezaba el auge del comercio de los colmillos.
En la actualidad, de acuerdo a estimaciones hechas, la velocidad con que ocurría la matanza de los elefantes, ya para la década de los noventa, su extinción hubiese sido inminente, pero gracias a las labores de rescate, zonas protegidas y el cautiverio, muchos ejemplares pudieron salvarse y puesto bajo la reproducción controladas. Sin embargo, aun cuando la preservación de la especie se ha tratado de mantener, sigue estando en peligro de extinción.