La sociedad reclama un cambio radical en los procesos de comercialización de los productos que impliquen igualdad de beneficios para todos los que participantes en la cadena de consumo. Por esto se habla de comercio justo. Veamos qué es y cuáles son sus principios fundamentales.
El comercio justo
El comercio justo es considerado un enfoque alternativo al comercio convencional internacional, busca un desarrollo sostenible para los productores excluidos y desfavorecidos y proveer unas mejores condiciones comerciales a través de campañas de sensibilización
La filosofía del comercio justo señala que la mejor manera que un país rico ayude a uno en vías de desarrollo es estableciendo y cumpliendo relaciones comerciales éticas y respetuosas que permitan a los productores de esos países un mejor nivel de vida.
Involucrados en el comercio justo
En el comercio justo hacen vida tres elementos: productores, comerciantes y consumidores. Todos ellos trabajan por un modelo más justo de intercambio comercial.
Productores
Trabajan con mano de obra propia y de su familia, a la vez que que se responsabilizan de producir productos orgánicos con calidad, cuidando el medio ambiente, y forman parte de una cooperativa o asociación de pequeños productores.
Recibe un precio de garantía sobre su producto, que es la mayoría de las veces entre el 10 y el 20% mayor que el precio del mercado y cuyo excedente debe destinarse para mejoras de infraestructura comunitaria, educación y vivienda digna.
Comerciante
Sirve de intermediario entre el productor y el consumidor, no tiene un afán desmedido de lucro, y solo obtiene un limitado beneficio para la operación y actividades propias de su organización, por un lado vigila y certifica que los productos que recibe el consumidor son de buena calidad y orgánicos y por otro lado que los recursos extras que reciben los productores se utilizan adecuadamente para su beneficio y el de sus comunidades.
Consumidores
Se trata de consumidores responsables y solidarios sin afanes de lucro y que están dispuestos a pagar un sobreprecio por los productos de comercio justo, pero que reciben a cambio un producto de muy buena calidad, y tienen la certeza de que el sobreprecio que pagan sirve para mejorar las condiciones de vida de los pequeños
productores de países pobres.
Principios del comercio justo
De acuerdo con la Organización Mundial del Comercio Justo (WFTO) existen 10 principios que deben ser cumplidos por las organizaciones, ¿Cuáles son? Lo veremos a continuación
1. Creación de oportunidades para productores en desventaja económica
Se apoya a los pequeños productores marginalizados y se busca abrirles paso para que pasen de la pobreza a la autosuficiencia económica y la propiedad.
2. Transparencia y responsabilidad – rendición de cuentas
Las organizaciones deben ser transparentes en su gestión y en sus relaciones comerciales y responsables ante todos sus actores. Además, buscan maneras apropiadas y participativas de involucrar a los empleados, miembros y productores en sus procesos de toma de decisiones.
3. Prácticas comerciales justas
Se comercian diligentemente para desarrollar el bienestar social, económico y ambiental de los pequeños productores y no se busca incrementar los ingresos del negocio valiéndose de ellos.
Los productores por su parte respetan sus contratos y entregan puntualmente los productos con la calidad y especificación acordada. Mientras que los compradores se aseguran de pagar los pedidos al recibirlos y de acuerdo a lo acordado.
Además, dentro de las prácticas comerciales justas se debe mantener una relación basada en la solidaridad, confianza, y respeto mutuo. Los productores trabajan en cooperación con otros y evitan la competencia desleal lo cual implica no duplicar diseños de productos de los demás sin su permiso.
4. Pago de un precio justo
Un precio justo es aquel que ha sido acordado mutuamente por todos los involucrados a través del diálogo y la participación.
5. No al trabajo infantil y al trabajo forzoso
Se debe cumplir con los convenios internacionales, nacionales y regionales en cuanto a derechos y empleo de niños. Si hay niños involucrados en la producción debe ser público y monitoreado y nunca puede tener un efecto negativo en su bienestar, seguridad, necesidades educativas y de recreación.
Además, se toman en cuenta las leyes relacionadas con el trabajo forzado, por lo tanto se evita cualquier tipo de explotación laboral.
6. Compromiso con la no discriminación, la igualdad de género y el empoderamiento económico de la mujer y la libertad de asociación.
No puede existir discriminación racial, sexual o política hacia ningún trabajador. Además debe existir una política clara y un plan para promover la igualdad de género que garantice que mujeres y hombres tengan la capacidad de acceder a los recursos que necesitan para ser productivos y también la capacidad de intervenir en la política en general y en el entorno reglamentario e institucional que da forma a sus medios de vidas y a sus vidas.
Asimismo, las mujeres deben recibir igual pago por igual trabajo y permitírseles volverse miembros activos de la organización en sus propios derechos y ocupar cargos de liderazgo en la estructura de gobernanza.
También, la organización respeta el derecho de todos los empleados de formar y unirse a sindicatos de su elección y negociar colectivamente.
7. Garantizar buenas condiciones de trabajo
Se debe ofrecer un ambiente de trabajo seguro y sano para los empleados. Cumplir, como mínimo, con las leyes nacionales y regionales y los convenios de la Organización Internacional del Trabajo, sobre las condiciones de trabajo, la salud y la seguridad.
8. Desarrollo de capacidades
Desarrollar las habilidades y capacidades de gestión, producción y el acceso a los mercados de comercio justo locales/regionales/internacionales y otros apropiados a los propios empleados y los pequeños productores.
9. Promoción del comercio justo
Una organización de comercio justo tiene que dar a conocer los principios del comercio justo, promover sus objetivos y actividades.
10. Respeto por el medio ambiente
El comercio justo promueve el uso de materias primas de origen sustentable, de tecnologías de producción que reducen el consumo de energía y minimizan las emisiones de gas de efecto invernadero. Se busca minimizar el impacto de los desechos de los procesos de producción al medio ambiente y el uso de pesticidas, además de usar materiales reciclados o de fácil descomposición.