Para todo buen viajero, no es desconocida las magníficas oportunidades de aventura y emoción que le brinda la nación peruana. Su diversidad biológica que se encumbra entre las más ricas y singulares del planeta, sus paisajes de ensueño que rememoran las antiguas leyendas de los ancestrales Pueblos indígenas que, desde entonces y hasta nuestros días, mantienen ese toque mágico que tanto fascina al explorador.
Hay muchas maneras de recorrer el Perú; no obstante, para el avezado trotamundos es más placentero y reconfortante el mimetizarse con la “gente de a de veras” con los verdaderos protagonistas de la historia. Allí donde nace la cultura y se arraigan las tradiciones; donde el ser humano, desnudo de toda superficialidad, se presenta a sí mismo como parte de la naturaleza. Hermano con el Sol y la Llama.
Para embarcarse en esta aventura es necesario que se sepa cuáles son los destinos más exóticos y exuberantes que el Perú puede ofrecer, obedeciendo a la premisa de conocer a su gente ancestral. Y por ello se ha elaborado ésta muy breve guía de cuáles son las mejores locaciones para entablar contacto con los Pueblos indígenas de como terminar con la experiencia de un viaje inolvidable.
Lago Titicaca
En este famosísimo lago, emblemático de Perú, luego de un viaje por tierra que puede hacerse por dos vías distintas, según el tipo de turismo que desee hacer, se conseguirá con las familias descendientes de los Pueblos indígenas, pertenecientes a la etnia Uru, que viven sobre islas artificiales fabricadas con Totora, las cuales son especie de junco que prolifera en la zona, con la que podrá compartir, navegando en sus embarcaciones, mientras disfruta del paisaje.
En su estadía en las localidades indígenas de Lachón y Puno, los indígenas le atenderán muy amablemente. Se han construido al lado de sus propias casas, pequeñas cabañas para los viajeros donde podrá descansar a sus anchas. Le proveerán de comida autóctona, deliciosa y energizante y se hallará con varias muestras culturales y diversos tipos de entretenimiento, asegurando su bienestar.
Recorridos por el Lago Sagrado, caminatas placenteras he, incluso, y si su espíritu aventurero lo desea, podrá bañarse en las limpias y frías, muy frías aguas del Titicaca. Todo esto rodeado del más conmovedor paisaje, en un ambiente de Paz, sosiego, y profunda comunidad con la naturaleza y el legado milenario de los ancestros.
El Valle Sagrado, Cuzco
El antiguo imperio Inca tenía su capital acá, el famoso Machu Picchu, ahora en ruinas, pero que no deja de ser un destino atractivo. Clasificada como una de las 7 Maravillas, Machu Picchu tiene su legado cubierto con un aura de misterio, además de la importancia arquitectónica y estilística que representa, lo hacen ideal para el curioso aventurero.
Construida en lo alto de las montañas, las galerías, caminos, templos, canales y terrazas, dan fe de la extraordinaria tenacidad y el nivel técnico que estos Pueblos indígenas alcanzaron durante su apogeo, manteniendo el equilibrio con la madre naturaleza. El clima frío de montaña aunado al silencio sacro le ayudará a encontrarse a sí mismo en este onírico paraje.
Las Salineras de Mara
Otros lugares dignos de visitar y que tienen la influencia indígena muy arraigada son Las Salineras de Mara. Excavadas en las montañas cientos de piscinas de baja profundidad dejan evaporar al Sol el agua salada que contienen, dejando como producto la sal. El paisaje es abrumador, resaltado por las distintas tonalidades de blanco de las salinas.
La Plaza de Armas de Cusco
El Cuzco es, quizás, el emplazamiento turístico más importante de Latinoamérica, y no es para menos, ya que cuenta con una gama amplísima de oportunidades de esparcimiento, atractivos culturales, así como sitios de imperdible tránsito.
Puede empaparse de historia en La Plaza de Armas de Cusco, antiguo sitio ceremonial en la que se llevaba a cabo el Inti Raymi (La Fiesta del Sol). O darse una vuelta por el Centro Qosqo de Arte Nativo, donde en medio de un ambiente íntimo, le agasajarán con danzas tradicionales del Perú, además de una exposición permanente de trajes típicos.
Iquitos, La amazonia peruana
La selva con la mayor biodiversidad del mundo, ocupa gran parte del Perú, albergando al mismo tiempo a Pueblos indígenas, que permanecen celosamente alejados, inmersos en la espesura. Sin embargo, en nuestros días es posible establecer contacto con estas personas, obedeciendo siempre al respeto por sus tradiciones y costumbres.
Por lo que, si te atreves, y con la ayuda de un buen guía, podrás incorporar esta experiencia a tu colección de aventuras excitantes. Esta no es una excursión cualquiera.
Solo los más atrevidos, aquellos que no les prestan atención a nubes silbantes de mosquitos, aquellos que no sienten miedo al enfrentarse a una selva en completa oscuridad, navegantes de fondo plano, que quieran surcar el río Amazonas mientras las bestias (algunas veces amables, como los delfines de río) nadan a tu alrededor, en fin, sólo aquellos elegidos, podrán disfrutar a plenitud de este alucinante viaje.
Esta es tu oportunidad de dormir sin el escándalo de la ciudad, arrullado por los exóticos sonidos de los animales nocturnos y el susurro del río serpenteante. Caminar por la selva sin el estrés de la tecnología amargándote el día con un zumbido repentino.
Eso sí, ten respeto por la naturaleza, no dañes ni afectes al natural y delicado equilibro que tiene millones de años existiendo y sobre todo obedece las indicaciones que tu guía te aconseje, pues de ello puede depender tu bienestar. ¡Te esperamos!