Al igual que tantos otros de sus estados hermanos, el estado de Morelos ha sido distinguido por estar compuesto por algunos pueblos que representan la riqueza de la herencia mexicana.
Estas ciudades han sido bautizadas como pueblos mágicos de Morelos; una magia sustentada en ancestros, leyendas, rutas históricas, parques y sitios arqueológicos que no solo destacan la belleza del estado, sino que resaltan los motivos de su clasificación. Es un estado muy popular entre los turistas, debido a la diversidad de sus atracciones y lo pintoresco de sus tradiciones culturales.
Los pueblos mágicos de Morelos
Tepoztlán
Este es un pueblo muy popular en el estado, por encontrarse muy cerca de la Ciudad de México y por tener un clima muy agradable. Uno de sus atractivos turísticos más resaltantes es la zona arqueológica del Tepozteco; allí se encuentran los restos de una pirámide construida en el año 1140 d.C., que fue el sitio de culto de una deidad adorada por los lugareños de aquel entonces. Además, el pueblo es famoso entre los turistas por sus deliciosos helados, elaborados por los residentes, y por la gran cantidad de festejos de los que pueden ser partícipes durante el año.
En este particular, Tepoztlán resalta entre los pueblos mágicos de Morelos gracias a que las festividades tradicionales son continuas, pues son llevadas a cabo por cada barrio del lugar, en un día específico. La más reconocida mundialmente es la del Día de los Muertos; una celebración fascinante y mística que lo dejará maravillado.
Tlayacapan
Su nombre significa “sobre la punta de la tierra”, en nahualt, y tiene una historia rica vinculada a su pasado prehispánico, que se ha convertido en el principal atractivo para los viajeros que han paseado por sus calles. Desde el punto de vista artístico, su arquitectura y los frescos que se encuentran pintados en las paredes de las calles, son dignos de admiración; desde lo arqueológico, podrá visitar el ex convento de San Juan Bautista, en el cual encontrará momias antiguas que están en exhibición para impresionar a sus visitantes. Si decide visitar este lugar como parte de su recorrido por los pueblos mágicos de Morelos, podrá llevarse consigo una pieza de su historia en la forma de una figura artesanal, de alguna de las tiendas que se encuentran en el lugar.
El encanto de un estado
A diferencia de otros estados, Morelos solo tiene dos ciudades consideradas como pueblos mágicos, y aunque estas no cuenten con la mayor proyección nacional son, sin duda alguna, joyas singulares en la herencia cultural de México. En el caso de Tepoztlán, los amantes de la naturaleza tendrán la oportunidad de ver algunas especias propias de esta tierra, cuando visiten el asentamiento de la pirámide; además, para los turistas estudiosos, este conjunto adoratorio provee fascinantes pistas sobre el origen de la civilización de los Xochimilcas, así como sobre sus costumbres religiosas en pro del dios de la embriaguez (Ometochtli Tepuztécatl).
Atrévase a vivir la aventura de la fiesta del Tepozteco y subir la montaña en donde se erige la pirámide, mientras caminan y danzan al son de la música de los indígenas prehispánicos. Para aquellos menos aventureros, el lugar alberga algunas de las edificaciones religiosas más hermosas del país, las cuales podrán visitar y admirar de cerca, como el ex Convento de la Natividad, considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Los visitantes de espíritu más sensible podrán apreciar el arte prehispánico que se exhibe en el Museo de Arte Prehispánico Carlos Pellicer, en donde podrán presenciar hermosas piezas arqueológicas, evidencia de un pasado lejano pero no perdido.
La tierra de la alegría y el espectáculo
Epíteto del pueblo Tlayacapán por ser el lugar más alegre de los pueblos mágicos de Morelos. Por ser un espacio muy animado, le da la bienvenida a todas las personas de carácter risueño y jovial que deseen disfrutar de unas vacaciones al ritmo de la danza, rodeados de colores y máscaras, por medio de un hermoso espectáculo carnavalesco. En este aspecto, lo que comenzó como una burla a la exclusión de los nativos por parte de los españoles, se convirtió en una tradición que derivó en el baile de los chinelos.
Asimismo, es un pueblo que orgullosamente ha compartido su música con el mundo, por medio de las bandas y compases musicales que reciben a los turistas con los brazos abiertos, en este tipo de celebraciones.
Al igual que tantas otras ciudades en el territorio mexicano, Tlayacapán también es un lugar para admirar la destreza arquitectónica de los ancestros de estos pobladores, pero sin dejar de lado el aspecto moderno de los tiempos cambiantes. Por ello, mientras algunos turistas están admirando la belleza del antiguo convento de San Juan Bautista, otros disfrutarán de una tarde de diversión en alguno de los parques acuáticos que se encuentran en el lugar.
No pierdas la oportunidad de visitar estos dos pueblos de Morelos, que no solo dejarán recuerdos imborrables en tu memoria, sino que te presentarán aspectos de la cultura mexicana que te harán apreciar los valores de este pueblo y la riqueza de su historia, desde la diversión, la belleza y el asombro. Acércate a la tierra de Morelos con tus familiares o amigos, para que seas partícipe de la magia que dio pie a estas civilizaciones y conozcas la calidez y valor de su gente orgullosa de lo que es ser morelense. ¡Que tengas buen viaje!