Entre los años 1899 y 1900 ocurre uno de los hallazgos más influyentes de la física nuclear: el descubrimiento de las partículas alfa por parte del físico Ernest Rutherford.
Estas partículas, constituidas de dos protones y dos neutrones, han traído grandes beneficios a la humanidad desde su aparición, uno de los más resaltantes es que con ellas se puede combatir el cáncer con un tratamiento denominado “radioterapia”.
Conoce en este artículo qué son las partículas alfa, sus características y su interesante historia.
Qué son las partículas alfa
Las partículas alfa son definidas como un modo de radiación de elevada energía corpuscular ionizante.
Dicho en otras palabras es un núcleo ionizado en su totalidad, sin su revestimiento de electrones idóneo, idéntico al núcleo del Helio, el cual se encuentra constituido por dos protones y dos neutrones.
Por la falta de electrones, su carga eléctrica es positiva y con una masa de 4 uma aproximadamente.
Cuentan con una capacidad de penetración reducida, siendo incapaces de atravesar un grosor de varias hojas de papel.
Descubrimiento de las partículas alfa
Entre los años 1899 y 1900 el físico neozelandés Ernest Rutherford, quien llevaba a cabo investigaciones acerca de los fenómenos radiactivos en la Universidad de McGill (Montreal), y Paul Villard (trabajaba en París) distinguieron tres tipos de radiaciones, identificadas como: alfa, beta y gamma.
El experimento llevado a cabo por Rutherford y Villard, consistía en la capacidad de penetración en los cuerpos y de su desviación producto de un campo magnético.
De acuerdo a estas características, Rutherford fijó a los rayos alfa como los que tenían una baja capacidad de penetración en objetos.
De esta manera, el trabajo realizado por Rutherford incorporaba sondeos de la relación de la masa de una partícula con su carga.
Estos cálculos hicieron que estableciera una hipótesis de que las partículas alfa eran iones de Helio doblemente cargados, hipótesis que años después pudo ser demostrada como verdadera.
Características generales de las partículas alfa
Estas partículas poseen una serie de características que debemos tomar en cuenta. Entre ellas se encuentran:
- La radiación alfa se encuentra constituida por 2 neutrones y 2 protones del núcleo atómico
- Lo que más impresiona de esta partícula es su velocidad de difusión, que se aproxima a los 15 o 20 km/seg.
- Las partículas alfa en su trayectoria chocan con átomos que se encuentran en el medio ambiente y los ionizan
- Esta partícula deriva de la desintegración de los elementos radiactivos más pesados, por ejemplo el uranio
- Poseen un alto contenido de energía y de peso, lo que hace que se agote su energía rápidamente al recorrer distancias
- Las partículas alfa no tienen la energía suficiente para penetrar la primera capa externa de la piel
- Poseen cargas positivas
- Son capaces de ionizar gases
- En algunos casos la desintegración alfa deja a los núcleos atómicos en una etapa excitada, con una elevada energía nuclear, la cual puede erradicarse con la emisión de rayos gamma.
Usos de las partículas alfa
La radiación alfa puede ser usada y aprovechada de diferentes maneras por el ser humano, entre sus utilidades resaltan las siguientes:
- La radiación alfa ha sido puesta a nuestro favor al poder utilizarla para combatir el cáncer, en un tratamiento que conocemos como radioterapia, el cual consiste en introducir una minúscula cantidad de radio- 226 en masa cancerosa. De esta manera, las partículas accionan destruyendo células cancerígenas.
- Esta radiación es utilizada como batería para darle potencia a los marcapasos cardíacos.
- Uno de los usos más comunes de la radiación alfa del polonio-210, es eliminar la electricidad estática en las aplicaciones industriales.
- Este tipo de radiación es aplicada en detectores de humo. En este caso, las partículas del americio -241 bombardean las moléculas de aire, chocando con los electrones libres. Esto hace que los electrones sean empleados para originar una corriente eléctrica, las partículas de humo frenan la corriente, haciendo que se encienda la alarma.
- Es usada como energía para naves espaciales.
Riesgos para la salud
La primera pregunta que surge al leer o al escuchar hablar sobre la radiación alfa es ¿esta es nociva para nuestra salud?
Para nuestro alivio, la exposición a la radiación alfa o a las partículas alfas no representan algún tipo de riesgo externo, ¿las razones?
Estas partículas no poseen una alta capacidad de penetración y no recorren trayectorias muy largas, llegando a ser absorbidas por lo gases presentes en el aire o la capa superficial de la piel de los seres humanos.
A pesar de esto, sí suponen un verdadero riesgo al ser ingeridas o inhaladas, pudiendo llegar a dañar tejido vivo sensible y llegando aparecer síntomas por envenenamiento.