La energía fotovoltaica es el aprovechamiento de la energía solar más importante que tenemos actualmente en nuestro planeta ayudando así al consumo eficiente.
En este artículo te mostramos todos los detalles que debes conocer acerca de este tipo de energía, las instalaciones que se requieren y los beneficios que genera en el medio también y en las actividades diarias.
Qué es la energía fotovoltaic
Es una fuente de energía limpia y renovable que tiene el fin de utilizar la radiación solar para producir electricidad.
Esta transformación se produce en unos dispositivos reconocidos como paneles fotovoltaicos.
Se trata de una energía que se puede renovar, además de ser inagotable y no contaminante.
Historia de la energía fotovoltaica
Aunque la energía solar fotovoltaica fue reconocida por primera vez en 1839 por el físico francés Becquerel, no fue hasta el año 1883 que Charles Fritts construía la primera célula solar.
A mediados del siglo XIX, diferentes fueron los esfuerzos para alcanzar una mejoría significativa.
En la década de los 50 la energía fotovoltaica cobró mayor importancia con el desarrollo de una célula fotovoltaica de sodio.
Tipos de instalaciones fotovoltaicas
Principalmente se diferencian dos tipos de instalaciones fotovoltaicas: las conectadas a red y las no conectadas a red.
La instalación conectada a red se utiliza para la distribución o la venta de red eléctrica. Se pueden encontrar en zonas agrícolas y en ellas se les da el nombre de granja solar.
Por su parte, las instalaciones fotovoltaicas no conectadas a red o aisladas de red, se utilizan integralmente para autoconsumo, especialmente de viviendas aisladas.
Además, se utiliza para el alumbrado público en diferentes zonas, en pequeños aparatos como calculadoras, e incluso se han fabricado aviones que se mantienen en movimiento utilizando la radiación solar como fuente de energía.
Tipos de plantas fotovoltaicas
Tenemos la central fotovoltaica que toma la energía solar y la vierte en la red eléctrica.
Asimismo, existe la planta de generación de autoconsumo que se basa en que gran parte de la electricidad generada es consumida por ejemplo por una vivienda y el resto se vacía en la red.
Al mismo tiempo la vivienda toma de la red la energía necesaria para cubrir sus necesidades básicas cuando la unidad no le suministra lo suficiente
Tipos de paneles solares
Existen tres tipos de paneles solares que son los que ayudan en todo este proceso de convertir energía solar en energía solar fotovoltaica. Sin ellos, este proceso no sería posible.
Paneles fotovoltaicos: son importantes para generar energía eléctrica en nuestros hogares.
Se trata de grupos de celdas fotovoltaicas fabricadas entre capas de silicio que atrapan la radiación solar y a su vez la transforman en luz.
Paneles térmicos: este tipo de paneles son instalados viendo directo al sol.
Paneles termodinámicos: así sea de noche, llueva o esté nublado, estos paneles funcionan normalmente, es decir, funcionan a pesar de cualquier dificultad meteorológica.
Elementos de una planta fotovoltaica
Una planta fotovoltaica requiere de un conjunto de elementos para poder funcionar, estos son:
Paneles fotovoltaicos, que se encargan de capturar la radiación solar para así transformarla en fotones que hacen que se libere la energía eléctrica al impactar con los paneles solares.
También están los inversores que se encargan de producir una energía apta para el consumo convirtiendo la corriente eléctrica que producen los paneles en corriente alterna.
Además son necesarios los transformadores. Debido a que la corriente que producen los inversores es de muy baja tensión se utiliza un trasformador para elevarla a media tensión.
Así mismo estas plantas requieren de baterías que son las encargadas de almacenar la energía producida por los paneles y los reguladores que se encargan de prevenir sobrecargas protegiendo la batería.
Beneficios de la energía fotovoltaica
Uno de los beneficios principales de la energía fotovoltaica es que es 100% renovable y no contaminante.
Asimismo, es apta para ser utilizada en zonas rurales, aisladas y urbanas, pues se adapta perfectamente a cualquier tipo de ambiente, desde zonas amplias hasta pequeños domicilios.
Por lo general este tipo de energía es empleada en las zonas rurales o un poco aisladas donde el tendido eléctrico no llega de manera adecuada o es muy alto su coste.
De igual forma, puede ser utilizada para cualquier tipo de trabajo, por ejemplo, transporte, iluminación, calefacción o cargadores de aparatos electrónicos.
Pero también se emplea en aquellas zonas donde la radiación del sol es muy alta y se puede aprovechar al máximo.
Una de sus principales virtudes es que requiere de instalaciones que van desde pequeños generadores para autoconsumo hasta las grandes plantas fotovoltaicas. La fabricación de estos aparatos fomenta el empleo local.
El coste de los paneles solares, así como su mantenimiento, ha disminuido conforme pasan los años.
Solo se requiere de una inversión inicial, el sistema de operación y además el mantenimiento que esta requiere, pero una vez instalados los paneles solares el combustible (la radiación solar) es gratuito y durará a lo largo de la vida.
Presente y futuro de la energía fotovoltaica
Este tipo de energía debería ser cada vez más una opción para aquellos que quieren colaborar con el medio ambiente y el desarrollo sano del mismo.
La energía fotovoltaica da la plena satisfacción de producir una energía consumible en los hogares y con el paso del tiempo disminuir los costes de electricidad que tanto agobian a las personas.
Ya son muchos los que se están animando a esta idea positiva e importante, afirmando que luego de unos años, la energía fotovoltaica se convertirá en la fuente de electricidad más económica del mundo.